Hasta que te conocí, Juan Gabriel

Publicado: agosto 29, 2016 en MÚSICA
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JUAN GABRIEL BELLAS ARTES

Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes

Malagon. Un verano de principios de los 90. Pub Iris, un local que regentaba mi amigo Santi (fue alli donde le conocí) y que era un gran contenedor de variopintas gentes y tremendas personalidades. En ese momento conocí a Juan Gabriel.

Fue ese verano donde se movió, en forma de cassette, una canción de Juan Gabriel. No recuerdo que fue antes, si el huevo o la gallina. No recuerdo si fue Santi al ponerla en el pub, o Dámaso, o Angel o Kinito los que promovieron su escucha. Sí recuerdo que fue Kinito quien me dejó un cassette para que la pudiera grabar. ¡Casi media hora de canción en directo! ¡de un artista desconocido para mi y con un estilo que no iba para nada conmigo!. Me la grabé y la escuché. Y la escuché mucho.

Fue en esos minutos de escucha que se convirtieron en horas cuando pude entender lo que es tener los sentimientos a flor de piel. Ahora entendía por qué Dámaso o Kinito me hablaban de esa canción y su letra (esa gran letra) de una forma tan vehemente y pasional. Y es que esas personas eran un oasis en aquel pueblo tan constreñido y reprimido. Eran unas personas que amaban por cada poro de su piel, que sentían y se desgarraban por dentro al escuchar una melodía o una letra. Eran unas personas que hacían suyas las grandes frases de Juan Gabriel. Y yo entendí lo que eso significaba. Entendí que las canciones expresan muchas veces los grandes deseos que nunca confesamos o las decepciones a las que nos vemos sometidos. Entendí que esa canción era digna de ser recordada…y adorada.

Para mi, Juan Gabriel se quedó en eso. A partir de ahí no le escuché mas. Ni menos. No me hice adepto suyo pero entendí que era un gran letrista y que entendía el amor desde una perspectiva carnal, terrenal y prohibida. Y siempre llevé en el recuerdo esta gran canción. Un recuerdo emotivo y presente que hoy se convierte en recuerdo del pasado por la ausencia de su creador.

Hasta que te conocí se llama la canción…y qué mejor título para mi encuentro con Juan Gabriel. Pues hasta que no le conocí no pensé que el amor pudiera ser exagerado, ambivalente, exuberante, despiadado, tenaz, loco, unidireccional y tan pasional.

Descanse en paz.

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