True Blue de Madonna cumple 30 años y se mantiene tan joven y fresco como en 1986, el año de su publicación. Y es que ese verano del 86 todos éramos jóvenes y frescos y teníamos ganas de pasarlo bien. Muy bien.
Mi primer contacto musical con Madonna fue su disco Like a Virgin, aunque, atropelladamente, pasé a escuchar su anterior y primer disco…Y en esas estábamos cuando el huracán mediático de la diva llegó a mi casa: que si noviazgo tempestuoso con Sean Penn, que si una canción que habla sobre el aborto, que si va a ser actriz, que si el cambio de look es radical….todo cebos, todo expectativas y, al final, todo realidades.
Curiosamente, la canción que me llegó la primera fue Papa don´t preach, aunque Live to tell, una de sus históricas baladas por excelencia fuera primer single del album. Que si en esta canción hablaba del aborto, del embarazo adolescente, de la relación con su padre…enfin…yo me quedaba con la música, su look y con lo bien que evolucionaba ella. No hubo mejor carta de presentación. O sí.
Llegaban las vacaciones de verano y con la cassette debajo del brazo me disponía a pasar los meses de rigor en el pueblo de mis padres. Ver a mis amigos y compartir la escucha del disco unas cuantas veces era todo uno. Este álbum se convertía en una de las bandas sonoras de aquel verano. Y es que muchas canciones del disco desprendían calor, sol, y buen rollo por todas sus notas. Desde True Blue y La isla bonita hasta Jimmy Jimmy o Love makes the world go round donde ya me volvía loco bailando por los rincones de la casa, siempre y cuando no hubiera nadie. El pudor me podía.
Y llegó el otoño y el comienzo de las clases y apareció como single Open your heart. Es con el videoclip de esta canción donde yo me enamoro del trabajo de Jean Baptiste Mondino, creador y fotógrafo francés que ideó la estética de este video y que tantas alegrías daría años después a Madonna y otros artistas.
No hace falta decir que se copiaba todo, pasos de baile, estética y hasta maneras de ver la realidad. Algo tan simple y tan profundo.
Desde la portada de Herb Ritts, que pasa por ser una de las más icónicas de Madonna hasta el interior del disco con sus canciones y sus letras para ser leídas y cantadas se aprovechaba todo. Este disco era un cerdo.
30 años después sigue siendo uno de los álbumes más vendidos de la historia superando los 25 millones de copias y es el disco femenino más comercializado en la década de los 80…para quien le gusten las estadísticas y esas cosas.
Yo no sé si es su mejor disco, si es o no es lo que sea…a mi me sirvió de banda sonora de mi vida en su día, y a día de hoy me sigue acompañando y cuando le necesito ahí está cual fiel compañero. Y eso (te pasará a ti seguramente) no suele ocurrir con toda la música.
pienso retro existo 