EL AMOR NUNCA MUERE (Drácula de Bram Stoker)

Un elegante caballero, clásico, educado, romántico por sentimiento y por época histórica recala en Londres en busca de su amada. Hasta aquí todo normal. Incluso aburrido, manido y poco original.  

Pero él está muerto y su amada es la reencarnación física de su verdadera amada, ya muerta.  Una búsqueda del verdadero amor, del amor eterno, que pasa por abusos, deseos inmorales, asesinatos,  violaciones y elementos sobrenaturales. Una de las mejores historias de amor jamás escrita y contada de la historia del cine.

Drácula de Bram Stoker podré haberla visto unas veinte veces. Coincidió su estreno (1992) con mi etapa universitaria, y ésta película fue la columna vertebral de un trabajo académico sobre los vampiros que me aportó muchas satisfacciones. Filmotecas, bibliotecas, revisiones caseras de antiguos clásicos. Libros, muchos libros.Ha llovido desde entonces. El círculo se cierra.

 Dirigida por Francis Ford Coppola (director que no estaba, al principio, entre los elegidos para llevarla a la gran pantalla), esta película eleva al estado de arte toda su puesta en escena. No es perfecta, pero la imperfección es una de las cosas que valoro y destaco en esta película. La primera vez que la vi me cautivó su ambientación, el tratamiento de los personajes, su vestuario, su fotografía, su banda sonora…todo.

Una de las  mejores canciones de cine fue escrita para esta película de vampiros, y Annie Lennox tiene el privilegio (al menos el mío) de ser su intérprete. Love song for a vampire no es una canción de amor, es la canción de amor por excelencia. Una letra sencilla, eficiente, poética y clamorosamente romántica.  Una interpretación exquisita con una voz melódica y llena de matices. Una canción redonda dentro de una banda sonora redonda y espectacular.

 Los 90 se caracterizaron, en cuanto a bandas sonoras se refiere, en que las compañías discográficas editaran discos con la banda sonora instrumental de la película en cuestión y una canción interpretada por un solista o grupo que atrajera lo suficientemente al público para ser el buque musical insignia de la película en cuestión, y vender, así, tanto la película como su música. El Robin Hood de Kevin Costner, Los 3 mosqueteros de Charlie Sheen, Kiefer Sutherland y Chris O´donell (el único sin rancio abolengo de actores en su apellido) y un largo etcétera competían por tener la canción mas bonita, pegadiza, comercial y destacable para su película. Para mi, Drácula de Bram Stoker se alza con el triunfo, pues Annie Lennox se aleja con diferencia del tipo de canción-balada que, en aquellos momentos, se ofrecía. Su banda sonora, compuesta por el polaco Wojciech Kilar, además de cosechar gran éxito comercial, supuso un antes y un después en el concepto de banda sonora respecto a mi. Nunca había prestado tanta atención al significado de banda sonora como con esta película. Cinéfilo confeso, ecléctico y melómano de nacimiento nunca había apreciado en su totalidad el concepto de banda sonora de una película…sí fragmentos, melodias inolvidables de muchas películas, pero no toda una composición entera. Drácula de Bram Stoker posee la banda sonora más sobrecogedora, épica, romántica, intimista y evocadora que conozco. Lucy´s party o Love remembered son joyas de la historia musical asociada al cine.

En su contra podría decir que, aunque se vendía como un adaptación fiel del clásico de Bram Stoker, sus herederos llevaron a pleito la producción de esta película por dicho motivo ya que no se respetaba el original. Su ambientación, algunas veces, acartonada puede transmitir una sensación de artificialidad y el montaje tiene algunos incomprensibles momentos de falta de raccord (elementos de continuidad entre planos) que a simple vista pasan desapercibidos. A saber: Renfield (personaje secundario en la película) está encerrado en una celda. Un doctor entra y le interroga. En ese momento, Renfield se lanza al cuello por la derecha y el doctor se toca, con mucho dolor, el lado izquierdo. Y el fallo de raccord más descarado se ve en la fiesta de Lucy, amiga de Mina (la protagonista) donde recibe a unos pretendientes para proponerle matrimonio.  Estos se van acomodando en un sofá.  uno lleva sombrero en la mano, otro está sentado en sofá, y cuando llega el siguiente pretendiente el que está sentado se levanta diciendo que estaba sentado sobre el sombrero, devolviéndosele. Doble fallo de acción y diálogo.

 

Pero todo eso es anecdótico con el sublime resultado final. Comenzando por  el reparto: Gary Oldman como conde Drácula, Winona Ryder como Mina y Elisabeta (la amada de Drácula), Keanu Reeves como Jonathan Harker (prometido de Mina), Anthony Hopkins como Abraham Van Helsing y Sadie Frost como Lucy, la amiga picante y lasciva de Mina. Ahí es nada. Todos bendecidos por un estado de gracia interpretativo que consigue embaucarte hasta el final.

El vestuario, que se llevó un Oscar, está realizado por Eiko Ishioka, y tiene algunos rasgos orientales. Drácula aparece como un guerrero portador de una armadura simulando los músculos humanos (Robbie Williams lo imitaría en su videoclip Rock Dj, y Lady Gaga con su traje de filetes pareció emularlo incluso). Tambien aparece como un viejo conde caucásico con una túnica y peinado que recuerda a los guerreros nipones; y tambien es un caballero del siglo XIX con un vestuario preciosista y elegante. Mina usa un vestuario brillante de color verde en su mayoría para transmitir frescura, optimismo y juventud. Influencias bizantinas, prerrafaelitas, japonesas…hacen que el vestuario se convierta en decorado.

 Momentos inolvidables tiene muchos:

-La conversación (con dobles sentidos) sobre sexo y hombres entre Mina y Lucy, la amiga liberal y pícara.

-La escena de afeitado del conde Drácula a Jonathan Harker,  y cómo el primero  chupa la cuchilla después.                                     

–Jonathan Harker es embaucado por las novias de Drácula y acaba siendo violado por ellas. Una joven Mónica Bellucci es una de ellas, e incluso, muestra sus pechos. Para fans de la actriz italiana.

–Lucy, hipnotizada por Drácula, sale de su habitación hacia el jardín donde será ultrajada por él, transformado en un monstruo.

Como dice su slogan “el amor nunca muere”…y las historias de amor siguen vivas. Disfrutadla si no la habéis visto nunca o revisitarla si algún día os llegó a gustar.Esta es una de las tres mejores historias de amor que habré podido disfrutar en el cine. De las otras dos iréis teniendo noticias en próximas entradas.